El motivo por lo que he escogido
este cuento es la contrariedad que se refleja en el titulo con respecto al contenido de la novela, es decir, el
título “La isla de Cortés” evoca aventura, ficción, movimiento (probablemente
por la similitud del título del cuento con el de la obra de “La isla del
tesoro” de Stevenson), pero como veremos a continuación es un cuento más bien
estático, descriptivo y real.
El cuento narra la situación que
vive una joven de 20 años, casada con Chess, los cuales viven en un piso alquilado,
debajo de los padres del propietario de la vivienda, los Gorrie. La joven está
buscando trabajo, al tiempo que intenta escribir. Mientras tanto la señora
Gorrie le propuso trabajar cuidando a su marido inválido, al que le leía el
periódico hasta que un día el señor Grorrie le dice que le lea unos recortes de periódico que hablaban sobre
un incendio y la muerte del señor Wild, “La isla de Cortés”. Pasado un tiempo
encuentra trabajo en una biblioteca donde había echado para trabajar hacia
mucho tiempo. Le encanta el trabajo, donde se siente muy cómoda. Este trabajo
le impide seguir cuidando al señor Gorrie, algo que se lo toma muy mal la
señora Gorrie y hace que la relación se tense mucho. Finalmente la protagonista
y su marido deciden mudarse a otro apartamento mejor, y olvidándose de este
modo de los señores Gorrie.
A continuación analizaremos el
rasgo del “carácter autobiográfico” del cuento, a la luz del artículo “Alice
Munro, El domino del cuento” de la Dra. Mónica Carbajosa.
A lo largo de la novela
observamos ciertos detalles que coinciden exactamente con la vida de la autora,
Alice Munro, y la protagonista de la
obra: ambas contrajeron matrimonio a la edad de 20 años (“Yo tenía veinte años”,
del cuento “La isla de Cortés”) y tuvieron un hijo a la de los 21, además
vivieron en Vancouver (“Vivíamos en un sótano en Vancouver” , del cuento “La
isla de Cortés”), mostraron interés por la lectura y la escritura (“Otra cosa
que hacía tras la cortina era leer. Leía libros que cogía de la biblioteca de Kitsilano,
que se encontraba a unas manzanas de casa... Todavía me encontraba en una etapa
de convulso apetito, mi voracidad era casi angustiosa”; “A veces tenía que
seguirla hasta arriba, dejando a un lado mi libro o el párrafo que estaba
escribiendo”; “Chess sabía que yo leía mucho y que intentaba escribir. Él no se
oponía. Las mujeres con las que trabajaba rememoraban los tiempos en que me
veían escribir en la biblioteca”, del cuento “La isla de Cortés”), al igual que
trabajaron en una biblioteca (“Llamaron de la biblioteca de Kitsilano y me
pidieron que fuera durante unas cuantas horas el sábado por la tarde. Me
encontré al otro lado del mostrador, sellando la fecha de devolución de los
libros. Algunas personas me resultaban familiares, compañeros que pedían
prestados los libros. Y ahora les sonreía, en nombre de la biblioteca. «Nos
vemos en dos semanas», les decía. Algunos se reían y contestaban: «No, creo que
mucho antes». Eran adictos, como yo. “Me
ofrecieron más horas. Pronto se convirtió en un trabajo temporal de jornada
completa. De modo que entré en la plantilla de empleados fijos y conservé el
trabajo hasta que me encontré a mitad de mi primer embarazo…Claro que ahora
tenía menos tiempo para leer”, del cuento “La isla de Cortés”). Y como bien
dice Carbajosa: “la literatura de Munro suele quedar cerca o muy cerca de su
biografía” porque “Sus historias, sin ser autobiográficas, están construidas
sobre una realidad emocional trazada a partir de experiencias propias”, y esto
nos lleva a decir, “Su terreno biográfico queda convertido así en su terreno
literario y esta relación directa y única es la que aparece en su literatura”.
Para concluir, el cuento de “la
isla de Cortes” aun siendo una narración mayoritariamente estática, estimula a
no dejar de lado nuestros sueños, a seguir escribiendo y escribiendo nuestra
vida, y como escribía la autora en boca de protagonista del cuento: “A menudo
trataba de comenzar la misma historia con las mismas palabras. Como decía ella,
una y otra vez.” Y así hasta conseguir nuestras metas en nuestra historia.
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