miércoles, 25 de mayo de 2016

Cuento "La isla de Cortés"

El motivo por lo que he escogido este cuento es la contrariedad que se refleja en el titulo con respecto  al contenido de la novela, es decir, el título “La isla de Cortés” evoca aventura, ficción, movimiento (probablemente por la similitud del título del cuento con el de la obra de “La isla del tesoro” de Stevenson), pero como veremos a continuación es un cuento más bien estático, descriptivo y real.
El cuento narra la situación que vive una joven de 20 años, casada con Chess, los cuales viven en un piso alquilado, debajo de los padres del propietario de la vivienda, los Gorrie. La joven está buscando trabajo, al tiempo que intenta escribir. Mientras tanto la señora Gorrie le propuso trabajar cuidando a su marido inválido, al que le leía el periódico hasta que un día el señor Grorrie le dice que le lea  unos recortes de periódico que hablaban sobre un incendio y la muerte del señor Wild, “La isla de Cortés”. Pasado un tiempo encuentra trabajo en una biblioteca donde había echado para trabajar hacia mucho tiempo. Le encanta el trabajo, donde se siente muy cómoda. Este trabajo le impide seguir cuidando al señor Gorrie, algo que se lo toma muy mal la señora Gorrie y hace que la relación se tense mucho. Finalmente la protagonista y su marido deciden mudarse a otro apartamento mejor, y olvidándose de este modo de los señores Gorrie.
A continuación analizaremos el rasgo del “carácter autobiográfico” del cuento, a la luz del artículo “Alice Munro, El domino del cuento” de la Dra. Mónica Carbajosa.
A lo largo de la novela observamos ciertos detalles que coinciden exactamente con la vida de la autora, Alice Munro, y la  protagonista de la obra: ambas contrajeron matrimonio a la edad de 20 años (“Yo tenía veinte años”, del cuento “La isla de Cortés”) y tuvieron un hijo a la de los 21, además vivieron en Vancouver (“Vivíamos en un sótano en Vancouver” , del cuento “La isla de Cortés”), mostraron interés por la lectura y la escritura (“Otra cosa que hacía tras la cortina era leer. Leía libros que cogía de la biblioteca de Kitsilano, que se encontraba a unas manzanas de casa... Todavía me encontraba en una etapa de convulso apetito, mi voracidad era casi angustiosa”; “A veces tenía que seguirla hasta arriba, dejando a un lado mi libro o el párrafo que estaba escribiendo”; “Chess sabía que yo leía mucho y que intentaba escribir. Él no se oponía. Las mujeres con las que trabajaba rememoraban los tiempos en que me veían escribir en la biblioteca”, del cuento “La isla de Cortés”), al igual que trabajaron en una biblioteca (“Llamaron de la biblioteca de Kitsilano y me pidieron que fuera durante unas cuantas horas el sábado por la tarde. Me encontré al otro lado del mostrador, sellando la fecha de devolución de los libros. Algunas personas me resultaban familiares, compañeros que pedían prestados los libros. Y ahora les sonreía, en nombre de la biblioteca. «Nos vemos en dos semanas», les decía. Algunos se reían y contestaban: «No, creo que mucho antes». Eran adictos, como yo.  “Me ofrecieron más horas. Pronto se convirtió en un trabajo temporal de jornada completa. De modo que entré en la plantilla de empleados fijos y conservé el trabajo hasta que me encontré a mitad de mi primer embarazo…Claro que ahora tenía menos tiempo para leer”, del cuento “La isla de Cortés”). Y como bien dice Carbajosa: “la literatura de Munro suele quedar cerca o muy cerca de su biografía” porque “Sus historias, sin ser autobiográficas, están construidas sobre una realidad emocional trazada a partir de experiencias propias”, y esto nos lleva a decir, “Su terreno biográfico queda convertido así en su terreno literario y esta relación directa y única es la que aparece en su literatura”.
Para concluir, el cuento de “la isla de Cortes” aun siendo una narración mayoritariamente estática, estimula a no dejar de lado nuestros sueños, a seguir escribiendo y escribiendo nuestra vida, y como escribía la autora en boca de protagonista del cuento: “A menudo trataba de comenzar la misma historia con las mismas palabras. Como decía ella, una y otra vez.” Y así hasta conseguir nuestras metas en nuestra historia.  


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